ciérrame las orejas: puedo oirte,
y sin pies puedo andar hacia ti,
y aun sin boca puedo invocarte.
Arráncame los brazos y te asiré
con el corazón como una mano,
detén mi corazón y latirá mi cerebro
te llevaré en mi sangre.
El Libro de Horas (Rainer María Rilke).
1 comentario:
¿y si me traiciona el pensamiento...?
...espero acogerme al sentimiento.
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