21 de marzo de 2008

TIBET LIBRE: Una lección de Humanidad






Siempre hay una respuesta para todo, al menos es la conclusión a la que he llegado tras oir el discurso del Venerable Dalai Lama en estos días negros; qué encrucijada vital y moral para un dirigente frente a su pueblo. Por un lado todos sabemos que la máxima sagrada del budismo tibetano es el pacifismo, la no violencia, la no agresión, por otro, vemos cómo desde la invasión china, tiene que presenciar cómo su pueblo es sojuzgado, limitadas sus costumbres, perseguidos sus ritos, como toda su cultura va desapareciendo en unos pocos años y lo peor, ver que un pueblo es exterminado.
Terrible dilema, si defiendo a mi pueblo matando mato a mi vez mi propio pueblo, si no lo hago mi pueblo morirá...
Digno de admiración y respeto escuchar de su boca esa petición a los monjes de que abandonen la violencia y se sometan, jamás oi algo así en boca de un dirigente, amenazar con su dimisión si no se someten. Que lección de humanidad para todos.
Vaya por delante que no sería capaz de pedir tal cosa ni de hacerlo pero estoy de acuerdo con él plenamente, agrediendo y con violencia quizá el pueblo tibetano llegue a ser otra vez independiente pero creo con el Dalai Lama que esa independencia le llevaría a su muerte religiosa y cultural.
Ojala el gobierno chino cese en su imperialismo y deje en libertad a este pueblo, y permita que el GOBIERNO EN EL EXILIO DEL DALAI retorne al país del que nunca debió ser expulsado.
Si tenéis interés en saber sobre la historia antigua y costumbres de este pueblo entrad en esta dirección que os pongo

Internacional
El Tibet: una historia compleja
Detrás de los disturbios en Lhasa y otras ciudades, está una saga centenaria de encuentros y desencuentros entre los chinos y los tibetanos. Análisis de Mauricio SáenzFecha: 03/19/2008 - No es fácil imaginar al Tíbet como escenario de protestas violentas. Al fin y el cabo las pocas referencias que llegan a nosotros, generalmente a través del cine, evocan un paisaje digno de la mítica Shangri-La, con cumbres nevadas salpicadas de monasterios habitados por monjes budistas más interesados en los asuntos del espíritu que en los de la política. Sin embargo, desde hace unos dias los sangrientos disturbios en su idealizada capital, Lhasa, han sido un recordatorio de que, en realidad, Tibet es uno de los lugares más conflictivos del mundo. A primera vista, el asunto parece hasta sencillo. Según la ignorancia occidental, los tibetanos tienen todo el derecho a rebelarse contra la opresión de una potencia extranjera que invadió su país y que trata por todos los medios de destruir su historia, su cultura y su religión. Si uno le pregunta a cualquiera en una calle de este lado del planeta si Tíbet tiene la razón en este problema, contestará con un entusiasta SI. Sin embargo, la cosa es mucho más complicada y tiene que ver con numerosos factores generalmente olvidados. Primero, con los antecedentes históricos; segundo, con las instituciones feudales que dominaban al Tíbet hasta 1951; tercero, con la presencia en muchos momentos clave de los intereses de potencias extranjeras; cuarto, con las conveniencias estratégicas de China en un momento en el que espera graduarse con honores, en la palestra de los juegos olímpicos de Beijing, como la nueva superpotencia mundial. Y quinto, con que Tibet ha sido, al menos a lo largo del siglo XX, reconocido por la comunidad internacional como parte integrante del territorio de China. Razón por la cual a pesar, o más bien por causa del antecedente de Kosovo, su separación de China es prácticamente un imposible.
Según con quien se hable, Tibet ha sido siempre independiente, o parte integrante de China. La dificultad para entender el problema radica en que se trata de una historia muy antigua y llena de zonas oscuras, que permiten a ambas partes defender su postura con argumentos más o menos sólidos. Por lo menos desde el siglo XIII, el Tibet atrajo la atención de los conquistadores mongoles, que integraron el entonces enorme territorio a su conquista de China. La historia que sigue tiene períodos alternativos de mayor o menor independencia según la óptica con que se mire. Pero es un hecho que durante la última dinastía china, la Manchú, o Qing, Tibet permaneció bajo el gobierno de los ambans, o administradores imperiales, que poco a poco vieron desvanerse su poder a manos de gobernantes locales. Ese período duró desde 1728 hasta comienzos del siglo XX, cuando llegó al área un factor que hasta hoy sigue pesando en la conciencia popular de los chinos: la influencia extranjera. En efecto, en 1903 una expedición británica tomó la capital, Lhasa, para obligarla a abrir su comercio, lo que despertó al imperio de su letargo tibetano. China consideró la invasión como una amenaza a su integridad, y reasumió con toda su fuerza su presencia en Tibet. Pero ese entusiasmo renacido duró sólo hasta 1911, cuando la revolución liderada por Sun Yat-Sen abolió el imperio y creó la República de China. Desde ese año Tibet funcionó de hecho como un país independiente , pero sin el reconocimiento de las potencias más importantes, como Estados Unidos y el Reino Unido, que siguieron aceptando la soberanía de Beijing. Mientras tanto, China atravesaba una guerra civil que terminó en 1949 con el triunfo de Mao Zedong y el nacimiento de la República Popular China. Los comunistas, tanto como los derrotados nacionalistas de Chiang Kai Chek, reclamaban la soberanía sobre Tibet, por lo que no fue una sorpresa que, una vez resuelto el conflicto interno, ocuparan el territorio en octubre de 1950. Ninguno de los países occidentales acudió al llamado de auxilio del gobierno tibetano. En mayo del año siguiente se firmó el “Acuerdo para la liberación pacífica del Tibet”, por el cual se reconoció expresamente la soberanía china a cambio de que el Dalai Lama, el líder religioso que reclama ser la reencarnación de Buda, permaneciera al frente de sus destinos. Ese acuerdo, sin embargo, nunca pudo cumplirse apropiadamente y llegó a su fin en 1959, cuando estallaron disturbios que llevaron al dirigente religioso a su exilio la vecina India y terminaron con el establecimiento, por parte del gobierno chino, de un gobierno popular en la región. Lo que siguió es presentado por los chinos como la verdadera “liberación” de Tibet. El gobierno desmanteló el sistema teocrático-feudal imperante, bajo el cual la expectativa de vida era de 36 años, y en el que el 95 por ciento de la población estaba conformado por siervos hereditarios de la nobleza y de los monasterios, que vivían como verdaderos esclavos en pleno siglo XX. Y lanzó un ambicioso programa de modernización que incluyó sacar del analfabetismo a la inmensa mayoría de la gente. Pero el remedio fue tan doloroso como la enfermedad, pues la tierra fue redistribuida en forma abrupta y violenta, los intelectuales fueron reprimidos, y la práctica religiosa fue ilegalizada. Por eso, lo que los chinos llamaban modernización, para los tibetanos fue el asesinato de su cultura y sus tradiciones. Numerosos monasterios pagaron un alto precio por haber sido los santuarios del esclavismo. Fueron demolidos mientras miles de monjes eran desalojados. Por supuesto, los más afectados por el proceso fueron los nobles y los dirigentes religiosos, que siguieron al Dalai Lama a su exilio en India, y que hoy son los mayores animadores de la rebelión. Por otro lado, China comenzó a poblar el territorio tibetano con inmigrantes de la etnia Han (la predominante en el país), lo que es visto por el Dalai Lama y sus seguidores como un intento por cambiar el equilibrio demográfico. En su momento Deng Xiao Ping justificó la medida con el argumento de que la población de Tibet era demasiado escasa para lograr las metas de desarrollo impuestas. Y aunque el gobierno desde Beijing afirma que los Han apenas conforman el 3 por ciento de la población de Tibet, los exiliados sostienen que ya son más de la mitad. De ahí que la reciente inauguración de una moderna vía férrea, que en cualquier parte sería vista como un adelanto, es rechazada por los tibetanos que temen que el tren acabe de llenar su tierra de chinos Han. A pesar de numerosos intentos de entendimiento entre Beijing, el Dalai Lama y el gobierno tibetano en el exilio, las partes siguen lejos de un acuerdo. Aunque el Dalai Lama ha renunciado a su aspiración original de independencia absoluta (en lo que se ha ganado críticas de los tibetanos exiliados), no parece muy cercano el dia en que el gobierno chino otorgue a la región una autonomía mayor de la que hoy tiene. La razón tiene que ver con su propia supervivencia como Estado unitario y, de nuevo, con su resentimiento ancestral hacia la nefasta presencia del extranjero en su historia. No hay que olvidar que entre el siglo XIX y XX, cuando Tibet se deslizaba fuera de la esfera china, el país parecía destinado a disolverse y la humillación inflingida por las potencias extranjeras parecía no tener límites. Hong Kong se convirtió en colonia británica, en la ciudad de Shanghai los barrios se regían por legislaciones extranjeras, según el origen de sus habitantes, ingleses, alemanes, franceses... Manchuria cayó en manos de los japoneses, Macao ya llevaba siglos bajo los portugueses, y Taiwán se convertía en un “estado renegado” bajo el gobierno nacionalista de Chiang Kai Chek, financiado inicialmente por Estados Unidos. A todo ello hay que agregarle que hoy entre los entendidos nadie discute que la rebelión de 1959, que echó abajo el proyecto inicial de convivencia entre tibetanos y chinos, fue organizada por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA). De ahí que falte muy poco para que alguno de los gobernantes chinos acuse a alguien proveniente de fuera de sus fronteras de poner convenientemente la mano en la rebelión actual. Desde ese punto de vista, no resultaría una simple coincidencia que la habitual marcha pacífica que realizan cientos de tibetanos para conmemorar la rebelión de 1958, estallara en violencia precisamente en esta ocasión, cuando los chinos se aprestan a celebrar en Beijing los Juegos Olímpicos. Es obvio que en esta oportunidad la Olimpíada permitiría ejercer mayor presión política por parte de gobiernos extranjeros, pues el gobierno de Hu Jintao considera a esos Juegos como la graduación oficial del país como superpotencia mundial.
Y digo yo:
Naturalmente que la historia es compleja, omitido por obvio que no estamos de acuerdo con ningún régimen esclavista, pero esto mismo, CON NINGUNO, llámese Tibet, llámese China llámese como se quiera, que los esclavismos no provienen exclusivamente de una categorización social ni de un reparto injusto de los bienes materiales, ni de una creencia religiosa, tan esclavo como el tibetano es el chino trabajando por un sueldo de miseria, que como cualquiera de nosotros esclavos de una hipoteca, esclavos de unas ciudades insostenibles en las que ni siquiera respirar se puede. Ni sabemos exactamente quién está detrás de esta rebelión con exactitud, si sólo los monjes y la nobleza tibetana o si es también esa mano obscura que indica el autor del artículo anterior, pero ni lo uno ni lo otro me desdicen que lo que dije:
mis respetos y admiración al Dalai Lama por saber hacer lo que nadie parece estar dispuesto a hacer hoy en día: renunciar al poder de que dispone, sea este poco o mucho, renunciar en aras del sostenimiento del principio básico del budismo de la no violencia.
No vayamos de salvadores de los demás pueblos, historia de salvación occidental que tanta sangre y humillación ha dejado tras de si, ¿qué tal si por una vez jugamos a salvarnos a nosotros mismos de nuestras inmundicias?

20 de marzo de 2008

Cambios Bioquímicos en sangre practicando Qi Gong

El objetivo de esta investigación fue analizar los efectos del qi gong en diversos parámetros bioquímicos de la sangre tales como lípidos, enzimas, urea y creatinina, en personas sanas.La enfermedad cardiovascular representa el mayor problema de salud en occidente, siendo a su vez una de las principales causas de muerte. Respecto a ello, una gran cantidad de investigaciones han consistentemente relacionado los niveles de concentración de lípidos en la sangre con las enfermedades coronarias. El aumento de la mortalidad a partir de estas enfermedades está asociado a las elevadas concentraciones de triglicéridos, colesterol, tanto el alto como el bajo. Por otro lado, las importantes implicancias del estrés sobre los niveles de lípidos en la sangre también han sido documentadas. Diversos estudios indican la relevancia que poseen los factores psicosociales estresantes en el aumento de los triglicéridos y el colesterol, siendo el estrés entonces un agravante en las enfermedades cardiovasculares.En función de analizar los efectos del qi gong sobre estos parámetros, se reclutaron 29 personas sanas (sin enfermedad cardiovascular) de entre 18 y 21 años. Durante al selección se evaluaron diversos aspectos de salud física y mental. Luego, los seleccionados fueron asignados a los distintos grupos: 16 en el grupo de qi gong, 14 en el grupo de control.El grupo de qi gong realizó un programa de entrenamiento que consistía de media hora de práctica de lunes a viernes con un profesor calificado, durante un mes. Se incentivó a los alumnos a practicar durante los fines de semanas. Se practicó el sistema de qi gong “Ba Duan Jin” focalizando en la respiración. La elección de este sistema se basó en su simplicidad, efectividad y también el hecho de que existen ya diversas investigaciones sobre los beneficios de este sistema en particular.El día previo a comenzar el programa de entrenamiento se tomaron muestras de sangre sobre los 29 participantes de la investigación. Al finalizar el mes de práctica, nuevas muestras de sangre fueron tomadas para la comparación. Los resultados de este análisis están volcados en el cuadro a continuación.
Resultados y conclusionesEl mayor hallazgo de esta investigación se refiere a que luego de un corto periodo de práctica de qi gong se observan cambios significativos en la composición bioquímica de la sangre. Los resultados mostraron que los practicantes de qi gong habían reducido considerablemente los niveles de urea y otras enzimas.Diversos estudios han ya sugerido el efecto positivo de las prácticas meditativas sobre las funciones hepáticas y renales del cuerpo humano. La disminución del flujo sanguíneo luego de una meditación es coherente con una menor actividad metabólica de estos órganos a partir de una mejor distribución de la sangre en pos del cerebro y la piel. Se considera que en el presenta estudio, el mecanismo fisiológico a sido similar.Por otro lado, se encuentra documentado que la práctica de ejercicio de manera prolongada puede aumentar los niveles de urea en la sangre. Es por ello que es posible decir que el qi gong, al ser un sistema de movimientos lentos y acotados, permite disminuir los niveles de urea. A su vez, las variaciones en la respiración que propone el qi gong también están relacionadas con la disminución de la urea.Los presentes hallazgos demuestran que la práctica diaria de qi gong produce modificaciones en la composición de la sangre. La naturaleza de estos cambios es coherente con otros resultados de investigaciones previas sobre temas relacionados y entonces es posible recomendar al qi gong como una práctica clínicamente relevante.--------------------------Artículo original:“Biochemical changes after a qigong program: Lipids, serum enzymes, urea, and creatinine in healthy subjects”Medical Science Monitor Magazine, 12/2007© MedSciMonit, 2007
www.medscimonit.com

El Tai Chi mejora la coordinación ojo-manos en personas mayores


Investigadores del “Chang Gung Memorial Hospital” de Taiwan llevaron a cabo un estudio para evaluar el efecto del tai chi chuan sobre el control motor en relación a la coordinación ojos-manos en personas mayores.La investigación se realizó con dos grupos. El de tai chi chuan comprendió a 22 personas que llevaba practicando tai chi chuan regularmente por más de tres años. El grupo de control estuvo conformado por 20 adultos mayores sanos y activos.Todos los participantes realizaron las mismas pruebas. Les fue solicitado golpear distintos blancos de 1 cm., 1.5 cm. y 2 cm., que poseían sensores conectados a una computadora. Para cada golpe se realizaban distintos cálculos: posición del mismo, duración, pausas, velocidad, etc.Comparado con el grupo de control, el de tai chi chuan mostró resultados significativamente mejores en relación a la puntería, tiempo del movimiento y coeficientes de direccionalidad. Sin embargo no hubieron diferencias es la velocidad pico del golpe entre ambos grupos.Basados en estos resultados, los investigadores llegaron a la conclusión que las personas mayores del grupo de tai chi chuan llegaron a mejores resultados que las del grupo de control.Este estudio fue publicado en la edición de Febrero del “Journal of Taiwan Medical Association”.----------------------------Artículo original:Tai Chi Living Newsletter – Feb/2008 American Tai Chi Associationhttp://www.americantaichi.org/index.asp

16 de marzo de 2008









QI GONG (CHI KUNG) MEDITACIÓN PARA LA SALUD

Dirijamos la mirada a cualquier jardín, remansos de paz donde descansar, especialmente ahora que la mayoría vivimos en ciudades contaminadas, agobiados por las prisas y las aglomeraciones. Detengámonos un momento, observa, respira profundamente, escucha…un espacio sin tiempo, en ese silencio y paz estaremos en disposición de abrirnos a la aventura del Qi Gong.
Esta práctica se sustenta en el Taoísmo, una forma de entender la vida que enraíza al ser humano en el universo, todo es parte de un continuo de energía en perpetuo movimiento, cambio y transformación, nada está predeterminado; la expresión más elevada de esta filosofía dice:
sagrado es cualquier instante de la vida cotidiana.
Captar el término Qi exige un modo de entender el cuerpo, la naturaleza, la vida en suma, al que no estamos acostumbrados; el carácter Qi (pronúnciese chi) proviene de la resonancia creada por los elementos arroz (la tierra, lo material) y respiración (el cielo, lo espiritual), podemos traducirlo entonces como energía vital.
El carácter Gong (kung) significa esfuerzo y tiempo, por tanto el Qi Gong sería la disciplina que estudia la energía Qi dedicándole tiempo, esfuerzo y perseverancia.
Surgió hace 5000 años, y hasta nuestros días el pueblo chino ha seguido estudiando meticulosamente cómo esa energía circula por nuestro cuerpo, considerando esos estudios como “la Joya de su civilización”.
Se sustenta en dos principios, no malgastar la energía potencial dada mediante la moderación en el estilo de vida; y aumentar, o recuperar en caso de enfermedad, ese don vital mediante el Qi Gong, sin entregarse a ejercicios demasiado intensos o prolongados que nos lleven al agotamiento. Qué distinto de nuestras ideas en este siglo de prisas, deseo, consumismo, inmoderación, de someter a un nuevo record a nuestro pobre y fatigado cuerpo…
Padecemos una enfermedad en la mayoría de los casos crónica, el impacto emocional de saberse portador del VHC nos cambia la vida, igualmente cuando el afectado es un familiar; vérselas con el tratamiento hoy disponible acarrea unos efectos secundarios que socavan nuestra estabilidad psíquica, ni qué decir cómo nos afecta cuando hablamos de no respondedores y más cuánto más avanza el proceso de cirrosis; cuánto sufrimiento espera al que ha de enfrentarse al reto de un trasplante, finalmente si la enfermedad sigue su curso, queramos o no queramos, tendremos que enfrentarnos al hecho de la lucha por la vida y a la aceptación en último término del proceso de morir; en todos estos momentos de la enfermedad estamos expuestos a sentir angustia vital, ansiedad, depresión, o estrés emocional; si esta situación es prolongada se producen daños en el organismo debidos principalmente a la elevación de adrenalina y hormonas corticosteroides secretadas por las glándulas adrenales; cuando el organismo está en estado de estrés el sistema inmunológico queda inoperante...

Qué se consigue practicando de forma continuada Qi Gong?

La adrenalina desciende aproximadamente un cuarenta por ciento; el metabolismo de la serotonina es de dos a tres veces superior, produciéndose así un aumento de la sensación y percepción de satisfacción, alegría, serenidad, y mejora en la calidad del sueño; así mismo se ha observado un aumento de los glóbulos blancos, rojos y de la hemoglobina tras una hora de práctica; el ritmo cardíaco se vuelve más lento y potente, produciéndose en el cerebro un aumento de las ondas alfa, ondas que indican un estado de tranquilidad.
Los beneficios para las articulaciones, flexibilidad, y resistencia muscular son indiscutibles.
Por otro lado existen ejercicios específicos para el hígado que ayudan a conservarlo en las mejores condiciones durante el mayor tiempo posible. Más que seguir enumerando sus ventajas me gustaría transmitir, como practicante y sobre todo, como persona contagiada de VHC, que el Qi Gong es un mensaje de esperanza en cualquier etapa de esta enfermedad porque es una práctica que nos lleva a reencontrar la alegría de estar vivos en este universo, tantas veces inexplicable, porque más allá de preguntas que no podemos responder nos envía al aquí y ahora, a vivir el momento presente de una forma plena; un mensaje verídico por cuanto contempla también el momento final al que como seres humanos estamos destinados, como dice Tew Bunnag “Naturalmente todo enfermo quiere ser curado de su dolor y sufrimiento, pero naturalmente necesita ser sanado… Esta sanación en el nivel más profundo es algo espiritual, se podría describir como un profundo estado de paz que tiene el poder de trascender el sufrimiento. El alcanzarlo requiere el cuidado amoroso tanto de la psique como del cuerpo”.

Ahora volvamos a aquél jardín, vemos personas realizando movimientos llenos de armonía, fluidos, ejecutados con preciosismo, en actitud reverente, alegría serena en la mirada, en comunión con la naturaleza, otros en quietud estricta, tanto que podríamos tomarlos por un árbol más…ahora sabemos que están practicando Qi Gong, meditación en movimiento, meditación para la salud, una oración a la vida.


14 de marzo de 2008

Lo débil y lo Fuerte






Canto XLIII



Nada hay en el mundo más blando y suave que el agua,

pero nada puede superarla en el combate contra lo duro y resistente,

en esto nada puede sustituirla.

El agua vence a lo más duro, lo débil vence a lo fuerte,

no hay en el mundo quien desconozca esta razón,

pero tampoco quien sea capaz de ponerla en práctica.

Las palabras verdaderas parecen paradójicas.


El siguiente extracto lo he sacado del libro Qi Gong La Vía del Sosiego (Liu Dong)

Un anciano y célebre maestro de artes marciales que desaprobaba las enseñanzas de Lao Tse dijo:

-El hombre debe ser inquebrantable, sólo siendo duro podrá vencer.

Lao Tze le preguntó:

-Qué es lo más duro y lo más blando del cuerpo? ¿Puede responder a mi pregunta?

-Lo más duro son los dientes, con ellos se puede morder y romper objetos- respondió el viejo maestro.

Lao Tse prosiguió:

-Muy bien, entonces, ¿cuál es la parte más blanda del cuerpo?

El maestro reflexionó un buen rato hasta que por fin respondió:

-La lengua.

Riendo, Lao Tse dijo:

-La respuesta es correcta. Permítame ahora que le pida que abra la boca. Veo que no le quedan dientes, pero que en cambio su lengua sigue ahí!



Para el viejo maestro de artes marciales aquello fue toda una revelación. De repente comprendió que, según el pensmiento de Lao Tse era adecuado afirmar que la fuerza reside en la flexibilidad.



Practicar Qi Gong consiste en buscar la flexibilidad de cuerpo y espíritu, retornar al estado natural recordando en todo momento a la brizna de hierba que se doblega al viento más violento, para enderezarse con ligereza en cuanto cesa el vendaval.

10 de marzo de 2008

Cura para la Cirrosis....más cerca



La Noticia me la envía un buen amigo, Gracias Toh!!! abajo aparece un enlace a sus páginas, si lo que queréis es comer sano y bien no dejéis de visitarla....y con buenas recetas!!!

NOTICIAS!!!, ya queda menos. (El pais del que habla es obviamente México).

La cura de la cirrosis parece todavía un sueño, sin embargo la investigación que desde hace siete años realiza la Universidad de Guadalajara con la aplicación a un grupo de control del medicamento pirfenidone, ahora bajo la marca registrada Kitocel, ha logrado mejorar sustancialmente su calidad de vida.
El Jefe del Departamento de Biología Molecular y Genómica de la U de G, Juan Armendariz Borunda, explica que aún cuando algunos pacientes del protocolo han llegado en estadíos avanzados de la enfermedad, el tratamiento que se utiliza por primera vez en el mundo para fibrosis hepática está dando resultados.
"La única respuesta que tenemos es que mientras el tratamiento continúe y los pacientes estén en ese tratamiento, ellos experimentan mejoría y experimentan mejoría en todos los ámbitos, insisto, histológicos, funcionales, bioquímicos y en el aspecto emocional y psicológico".
La cirrosis hepática mata en el país a alrededor de 20 mil personas al año, ya que se trata de una enfermedad crónica e irreversible que afecta con tejido cicatrizal al hígado, el órgano más grande del cuerpo y responsable de la limpieza y purificación de la sangre. Las principales causas son el alcoholismo y la hepatitis.
"En todo el país aproximadamente se presentan alrededor de 20 mil muertes, 20 mil muertes por males hepáticos y cuando hace uno la estadística en edad productiva, esto quiere decir de los 18 a los 65 años. Hay un mayor número de morbi-mortalidad y esto hace ascender a la cirrosis hepática algunos dicen a la tercera nosotros tenemos datos que a la segunda causa de mortalidad en el país en edad productiva. Cada año se identifican once mil nuevos casos".
La cura de la cirrosis es aún una promesa en la que continúan trabajando una veintena de investigadores de la UdeG, encabezados por Juan Armendariz Borunda, quien espera que en tres años el medicamento Kitocel esté en el mercado, con el propósito de que miles de enfermos en el país puedan vivir en mejores condiciones.
"¿La cirrosis hepática seguirá siendo una enfermedad incurable?. La cirrosis hepática es curable al cien por ciento solamente cuando a usted le quitan el hígado enfermo y le transplantan un hígado sano completamente, ahí estamos hablando de una cura completa, pero ojo, ese paciente que ya recibió, sobre todo los pacientes con hepatitis C que es la primera indicación de transplante no solo en México sino en el mundo, todo mundo sabemos los que trabajamos en este campo de que el hígado de este paciente al año o a los dos años va a estar infectado con el virus de la hepatitis otra vez, si no es que antes".
Por lo pronto un grupo de 15 pacientes terminó su tratamiento de dos años con el Kitocel, pero aceptó continuar dentro del protocolo, al que podrían ser incluidos nuevos enfermos de cirrosis cuya causa sea la hepatitis C.
"Ahora no hay más que seguir viviendo con eso o encontrar medicamentos. Esto no es como un cáncer que se retira como la diabetes, sino es simple y sencillamente es un medicamento que interviene de manera benéfica en la fibrosis que el hígado está sufriendo y que hay una regresión, no una cura completa, pero hay una regresión hacia la mejoría".
Aún no hay cura para la cirrosis hepática, pero el medicamento Kitocel, desarrollado investigadores tapatíos, promete ser una esperanza para enfrentar la enfermedad de la mejor forma posible. Si usted está interesado en formar parte del protocolo comuníquese a los teléfonos 01 33 10 58 53 17 y al 01 33 10 58 53 18 con la doctora Silvia Lucano.
(Por Gricelda Torres Zambrano)

http://nutricionhepatica.wordpress.com/