18 de febrero de 2008

Interferón y Depresión






Aunque se manejan varias hipótesis sobre por qué el interferón causa depresión, la más aceptada en la actualidad es aquella que postula que esta sustancia reduce la disponibilidad del triptófano y que además, provoca una disminución de la síntesis de la serotonina.
La serotonina, es un neurotransmisor, derivado del triptófano, un aminoácido esencial que no es fabricado por el organismo sino que se incorpora a través de los alimentos. -Aportan triptófano el pescado, la leche y sus derivados, huevos, nueces, almendras, lechuga y plátano por ejemplo. Está íntimamente relacionada con la emoción y el estado de ánimo, su déficit lleva a padecer depresión, ansiedad, problemas con el control de la ira, desórdenes obsesivo-compulsivos, alteraciones del sueño e incluso a tener ideaciones suicidas. Debido a esta influencia sobre el sistema nervioso se le ha denominado también la “hormona del humor y del placer”.
Como veis, el interferón tiene una acción doble: por un lado, disminuye la disponibilidad de triptófano –precursor de la serotonina- lo cual dificulta que se pueda producir una mayor cantidad y, por otro, reduce la síntesis de la propia serotonina.


En pocas palabras, necesitamos tener un cierto nivel de este neurotransmisor circulando por nuestro cerebro para poder sentir alegría, placer, serenidad, equilibrio emocional, un patrón regular del sueño… y el interferón hace que ese nivel sea deficitario.
No obstante, también hay que decir que el interferón no afecta a todos los pacientes por igual, por lo que la primera estrategia psicológica a la hora de iniciar el tratamiento es no anticipar acontecimientos, no pensemos que vamos a ser de ese tanto por cien que lo va a padecer, porque no lo sabemos, vivir los miedos anticipadamente es someternos a una carga emocional completamente estéril.


Como muchos ya habréis experimentado, la depresión se manifiesta con múltiples síntomas, quizás te sientas triste sin saber exactamente por qué, desde luego si cuando anuncian lluvias para Galicia te echas a llorar….estas deprimido no lo dudes; pueden asediarte pensamientos o sentimientos de inutilidad, sobre todo si has tenido que dejar tu actividad laboral, o pensamientos de culpa por estar haciendo sufrir a los tuyos, por no poder seguirles en sus actividades, por no poder ayudar a solventar sus problemas como antes hacías; puedes darte cuenta de que no reaccionas o no tienes los reflejos que tenías, estas más torpe y esto te hace sufrir; no vienen las palabras, falla la memoria, exponer un determinado discurso con algo de coherencia es una tarea de titanes; estas mucho más irritable de lo habitual, de mal humor, o pasas del llanto a la risa…..estas deprimido. Padeces insomnio, te cuesta dormirte, despiertas y ya no puedes volver a conciliar el sueño, o por el contrario, duermes en exceso, se cierran los ojos sin poder evitarlo; no te apetece hacer nada, lo que te proponen y antes hacías con gusto ahora es un no me apetece, mejor no, vete tu…..estas deprimido; tus pensamientos sobre el futuro tienen la mayoría de las veces un tinte negativo, no acabas de ver la luz, piensas con frecuencia que el tratamiento no te va a servir para nada, ya no te quedan proyectos vitales…estas deprimido. No te apetece tener relaciones sexuales, estas fatigado, no tienes apetito…sobre todo: si en algún momento llegas a pensar que tu vida carece de sentido, que es indiferente morir o vivir, acude inmediatamente al médico porque, no lo dudes, el interferón está haciendo de las suyas.

Estoy en tratamiento, y empiezo a notar alguno o varios de los síntomas descritos… es útil recordar que estamos ante una depresión inducida, independientemente de que ciertas personas lo acusen más que otras o que ciertas tendencias de la personalidad predispongan a padecer estos trastornos nunca debemos culpabilizarnos por no sentirnos bien, ni pensar que es algo que simplemente podríamos cambiar a base de voluntad; naturalmente que contaremos con ciertos recursos psicológicos para enfrentarnos a esta depresión, como luego veremos, pero es esencial tener siempre presente que estamos ante una depresión inducida por un medicamento.
No sufras más de lo necesario, no sufras por lo que tiene solución….no eres peor, ni menos valioso por estar deprimido o ansioso….pide ayuda a tu médico esta es la única obligación que tienes como paciente.
Como hemos explicado más arriba las neuronas presinápticas descargan los neurotransmisores, pero para poder seguir produciendo descargas sucesivas se necesita que el umbral de excitación vuelva a un punto neutro; para que esto suceda las mismas neuronas tanto pre como postsinápticas, retiran rápidamente el neurotransmisor del espacio sináptico, a este proceso se denomina recaptación. Pues bien, los antidepresivos que son recomendables para este tipo de depresión inhiben o impiden esa recaptación del neurotransmisor, en este caso la serotonina,. permaneciendo así más cantidad flotando en la sinapsis. A estos antidepresivos se les denomina ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. Pautas a tener en cuenta:
Su acción es lenta, posiblemente tardes entre tres y cuatro semanas en sentir sus beneficios, por ello es muy importante como decíamos antes que acudas al especialista en cuanto notes los primeros síntomas.
Lo que vas a notar tras tomarlos muy probablemente sean sus efectos secundarios, mareo, sequedad de boca, náusea, somnolencia, …no te desanimes.
Nunca aumentes ni disminuyas las dosis que te han prescrito.
Nunca dejes un antidepresivo bruscamente, sigue la pauta que te indiquen.


Contamos con alguna estrategia mas? definitivamente sí. Antes que nada explica a tu familia nuclear cuál es tu situación, sin dramatizar pero sin minimizar tampoco lo mal que te sientes; si tienes hijos pequeños hazles saber qué te ocurre de una forma que lo puedan comprender, evitarás así malas interpretaciones y podrás crear un ambiente de complicidad entre vosotros, recuerda que te van a ver desanimado, distinto, irritable y apenado, es mejor que sepan lo más claro posible por qué te está sucediendo esto a que den alas a su imaginación. Lo mismo cabe decir de tu pareja, pide su colaboración y su paciencia, es un buen momento para aprender a pedir, a ser ayudado, siempre desde la máxima honestidad y responsabilidad. La pareja o la persona con la que convivas va a ser fundamental en este proceso, cuando más adelante tengas actitudes negativas, o tozudas, va a tener que tirar de ti, es quien en muchos casos te va a levantar de ese sillón en el que permaneces mirando a la pared o la que va a soportar tu irritabilidad o tus lloreras.


Otra experiencia negativa del tratamiento es tener que abandonar las actividades que venías realizando hasta ahora; hablemos primero del trabajo, si puedes continúalo, porque nos proporciona cotidianeidad, ordena el tiempo y nos hace sentir útiles, pero si ves que no te llegan las fuerzas, pide la reducción de jornada o la baja si es posible, sin problemas ni culpabilizaciones, la salud es prioritaria, es tu tiempo para la curación. Respecto a las actividades de ocio sigue realizando todo aquello que te gusta y gratifica, si no es posible haz otras, si tu costumbre era nadar o montar en bici y no puedes, cámbialo por un buen paseo a tu ritmo, pero no dejes de hacer algún tipo de ejercicio; no te recluyas, rodéate de tus mejores amigos, necesitas de su calor y cercanía, aunque a veces lo único que puedan hacer por ti es acompañarte, ya devolverás su entrega con la tuya cuando así lo necesiten; este puede ser también un momento de creatividad y descubrimiento: pintura, cerámica, costura, esas películas que no tenías tiempo de ver…
En los momentos bajos recuerda: este tratamiento me está curando y no es para siempre. Bien es verdad que cuánto más se alargue más posibilidades hay de que cause trastornos en el estado del ánimo, pero ten en cuenta que si sigues tomándolo es porque ¡estás negativo!
El comportamiento humano no es susceptible de comprimirse en unas pocas recetas pero espero que estas sencillas reflexiones os sirvan de ayuda; me gustaría terminar haciendo un llamamiento a las asociaciones y a los pacientes en general, se tiene constancia de que las evaluaciones llevadas a cabo por los servicios de digestivo no son, lógicamente ya que no es su especialidad, todo lo afinadas que debieran, así muchos pacientes son diagnosticados de síntomas depresivos, cuando un psiquiatra o psicólogo los incluye en un cuadro de depresión mayor. Por nuestro bienestar e integridad, y porque la depresión es la principal causa de abandono del tratamiento, tenemos que insistir en la necesidad de una colaboración entre ambos servicios.

No hay comentarios: