14 de marzo de 2009

Juan José Millás - DEMAGOGIA

Juan José Millás - DEMAGOGIA

El antisemitismo no conoce limites. Es muy peligroso. Durante los bombardeos de Gaza fue capaz de utilizar a niñas inocentes con tal de dañar al prospero Estado de Israel.




He aquí una niña antisemita en el instante de dejarse fotografiar, completamente muerta, con el único objeto de poner en duda el derecho de Israel a defenderse. Los terroristas árabes disponen de un catálogo amplísimo de niños mutilados o muertos, algunos sin piernas ni cabeza, otros sin manos, muchos machacados por los cascotes de la escuela o del hospital en el que se habían refugiado de los bombardeos. Pese a su estatura, estos críos son expertos en propaganda política. Saben perfectamente lo que conmueve a los caracteres débiles, a la gente poco informada, a los temperamentos irreflexivos. Israel intentó neutralizar su influencia impidiendo la presencia de periodistas en los lugares donde actuaba su ejército. Pero el antisemitismo posee túneles y redes que llegan a todas partes y contra las que resulta más difícil luchar que contra los mismos terroristas.
No se pierdan la actitud del cadáver (en el caso de que no se esté haciendo la muerta, que de estos niños cabe esperarlo todo), con la boca abierta, los labios rotos y amasados, la lengua (si se trata de la lengua, pues podría ser otro órgano) asomando en medio del rostro tumefacto. Y luego, esa combinación dramática de polvo y piel, tan eficaz para provocar el horror, la lástima, incluso el asco. Por si fuera poco, la cría está siendo rescatada de los escombros de su casa, de su hogar; y no de un cuartel, para transmitir al lector ingenuo del periódico la idea de que no estaba preparando una bomba en el momento de ser abatida. ¿Cómo enfrentarse a una demagogia de este calibre?.

Juan José Millás “El País Semanal” del 1 de marzo. Fotografía de Khalil Hamra

1 comentario:

orientalia dijo...

Recibo algunos correos que por su falta de respeto son imposibles de publicar.

Desde aquí a todos ellos no cabe más que decirles que a poco que conocieran al autor, sabrían que es un artículo contra la demagogia y que para nada está diciendo que los palestinos utilicen realmente a los niños.
Y aunque no se conociera al autor, la lectura del artículo exige un mínimo de inteligencia, el que comprenda otra cosa demuestra que no lo alcanza y, por tanto, no se publicarán sus comentarios.
Fascismos antipalestinos, o antisemitas no tienen cabida en este blog.