6 de mayo de 2008

Tai Chi con Tew Bunnag...y mucho más
















Se suponía que iba a ser un fin de semana de práctica de Tai Chi con Tew Bunnag, lo cual ya era de por sí una golosina, pero resultó ser mucho más que eso; todo un mundo de casualidades-sincronicidades, flotaba un algo en el ambiente, reconocido inmediatamente como esa inseparable y no siempre bienvenida amiga que se llama muerte, la sensación de llevarla pegada al cuerpo desde hace años, la emoción del intenso miedo que provoca, el pensamiento de que por más que crees que las cosas finalmente han cambiado resulta que siguen prácticamente igual, si bien es cierto que con algo menos de virulencia, y nada, allí te diriges con este hatillo a la espalda, quizá con la pretensión de pasar el fin de semana notando un poco menos su peso. Pero no, algo decía que no y, definitivamente fue que no.


Ya en el viaje hacia Lucena las conversaciones giraron a su alrededor, una corriente de empatía hizo que se hablara de esas cosas que bien por respeto o timidez no suelen salir en las conversaciones habituales... y allí me ví reconociendo lo que es evidente, a lo que se ve no sólo para mi, si no también para las personas que saben captar o "ver" con el ojo interno; claro que no trataba de ocultar nada, aunque de poco me hubiera servido me parece ... y así llegamos con ese saber qué es lo que te pasa pero no qué hacer para seguir adelante y que no siga paralizando la vida, en esa lucha por no estar muerta en vida que quizá es la peor de las muertes, sí esa que te impide vivir, el cuerpo lo hace porque se niega a no realizar su obvia condición de ser vivo, pero la mente le abandona y de eso se resiente.


Bueno pues con estas cábalas llegamos al encuentro, y mira tu por donde el recibimiento de Tew Bunnag es algo aproximado a lo que sigue:


Recibimiento cordial, práctica de chi kung y después unas pocas palabras... que venía dispuesto a realizar un curso sobre perfeccionamiento de las técnicas marciales del tai chi, es decir trabajar la técnica marcial como fundamento que es del tai chi, algo que en Occidente se tiende a olvidar, pero que en el último momento ha sentido que el curso ha de llevarlo por otros derroteros..


Ya decía que algo olía a encerrona vital! sí, el curso iba a tratar del retorno ( a mi cabeza acudió Eliade y su Mito del Eterno Retorno e inmediatamente el recuerdo vago de que Bunnag había estudiado en Inglaterra y había tenido contactos con Junguianos...y de aquí a la asociación fue una milésima de segundo...retorno, retorno ...o sea muerte) efectivamente, medio huyendo del asunto me había metido de lleno en la guarida del lobo! aquí está de nuevo mirándome con cara de sorna, creías que escaparías???

Trataríamos de relacionar nuestro cuerpo y nuestro espíritu con los cinco elementos (tierra, agua, fuego y aire) pero no con la perspectiva que lo habíamos hecho hasta ahora, la de la vida, sino conectando esos cinco elementos con la necesidad de prepararse para el retorno; para ello primero comprender qué es cada elemento, después conectar el cuerpo con cada uno de ellos; finalmente una meditación taoista; fue desgranando poco a poco cómo existe una correlación u armonía entre el ser humano y los elementos tanto para la vida como para el retorno, encontrar una voz que habla con respeto pero sin miedo sobre el tema ha sido alentador y aleccionador, sólo recuerdo otra persona que desde una profunda comprensión hable con desparpajo y risa inocente sobre esto aportando un aire de frescor.

Hicimos una relajación situando al cuerpo en la tesitura de quien está perdiendo ya la vida, experimentando la falta de alimento, la pesadez en el cuerpo, la falta de bebida y del elemento agua notando entonces cómo el cuerpo se va haciendo duro e inflexible, más adelante le tocó el turno al fuego y el cuerpo se fue desprendiendo de su calor, retornando el fuego al fuego, y por último, el elemento aire, bajando el ritmo y la cantidad de oxígeno hasta el límite, presintiendo qué significa que el Qi propio se disuelva en el Qi del universo. Muchos de los compañeros sintieron una gran relajación, yo no. Realmente la temperatura corporal me abandonó, y ese limitar el aire me puso en una situación comprometida, parecía que realmente fuera a dejar de ser....dejar de ser, esto fue el punto de inflexión, pero, quién deja de ser? esta es la pregunta que surgió, y cuya contestación dejo ahí a modo de invitación.

Tew Bunnag, con dolor nos contó que llevaba ocho años acompañando a moribundos en este último trance, pero esto es algo que pertenece a ese momento, después con una sonrisa, renovó junto a su no apego, la alegría de estar vivo, la celebración de respirar en cada instante, de ver el sol nuevamente cada mañana. Y para celebrar la vida cantamos un mantra sobre la compasión:

Meta, Karuna, Mudita, Upeika.

No puedo decir que ya no tenga miedo a la muerte pero sí que es menos ajena, menos perturbadora, puedo decir que he aprendido un poquito siquiera a no huir, a comprender a las personas que están cercanas a atravesar el umbral, a retornar a la naturaleza. Espero que llegado el momento pueda desapegarme y andar ese camino de vuelta con serenidad.





2 comentarios:

begoña dijo...

En nuestra cultura la muerte sigue siendo un tema tabu....
Lo que no nos damos cuenta en que forma parte de la vida y que deberiamos aceptarlo como algo mas, parte del camino .. nos enseñan o pretenden enseñar como vivir pero nunca como morir..
Un abrazo

Cristina dijo...

Sí que es un tabú, uns veces no se habla directamente de ello, tenemos muchas veces los hospitales como sitios en los que recluir a los enfermos y sentir un poco menos su presencia, me refiero a terminales , y si por casualidad alguien habla un poco más sobre ello está cerca de ser calificado como morboso o gafe; y si lo hace sobre un ser querido ya fallecido, de que le indiquen que quizá necesite ir a un psicólogo pues su duelo dura excesivamente. No dudo que esto ocurra también pero, es tanto el miedo que estamos teniendo hacia la muerte, que la tendencia es esa, huir y política de avestruz;
Invito a ver un documental sobre el Tibet; en él se veía cómo era el ritual de entrega del cadaver al encargado de darlo a los buitres; son escenas terribles, pero tienen varias cosas muy buenas en cuanto a ser conscientes de qué es la muerte, de qué el cuerpo y qué el espíritu. Gracias por tu comentario, me gusta mucho veros por aquí.