16 de marzo de 2008









QI GONG (CHI KUNG) MEDITACIÓN PARA LA SALUD

Dirijamos la mirada a cualquier jardín, remansos de paz donde descansar, especialmente ahora que la mayoría vivimos en ciudades contaminadas, agobiados por las prisas y las aglomeraciones. Detengámonos un momento, observa, respira profundamente, escucha…un espacio sin tiempo, en ese silencio y paz estaremos en disposición de abrirnos a la aventura del Qi Gong.
Esta práctica se sustenta en el Taoísmo, una forma de entender la vida que enraíza al ser humano en el universo, todo es parte de un continuo de energía en perpetuo movimiento, cambio y transformación, nada está predeterminado; la expresión más elevada de esta filosofía dice:
sagrado es cualquier instante de la vida cotidiana.
Captar el término Qi exige un modo de entender el cuerpo, la naturaleza, la vida en suma, al que no estamos acostumbrados; el carácter Qi (pronúnciese chi) proviene de la resonancia creada por los elementos arroz (la tierra, lo material) y respiración (el cielo, lo espiritual), podemos traducirlo entonces como energía vital.
El carácter Gong (kung) significa esfuerzo y tiempo, por tanto el Qi Gong sería la disciplina que estudia la energía Qi dedicándole tiempo, esfuerzo y perseverancia.
Surgió hace 5000 años, y hasta nuestros días el pueblo chino ha seguido estudiando meticulosamente cómo esa energía circula por nuestro cuerpo, considerando esos estudios como “la Joya de su civilización”.
Se sustenta en dos principios, no malgastar la energía potencial dada mediante la moderación en el estilo de vida; y aumentar, o recuperar en caso de enfermedad, ese don vital mediante el Qi Gong, sin entregarse a ejercicios demasiado intensos o prolongados que nos lleven al agotamiento. Qué distinto de nuestras ideas en este siglo de prisas, deseo, consumismo, inmoderación, de someter a un nuevo record a nuestro pobre y fatigado cuerpo…
Padecemos una enfermedad en la mayoría de los casos crónica, el impacto emocional de saberse portador del VHC nos cambia la vida, igualmente cuando el afectado es un familiar; vérselas con el tratamiento hoy disponible acarrea unos efectos secundarios que socavan nuestra estabilidad psíquica, ni qué decir cómo nos afecta cuando hablamos de no respondedores y más cuánto más avanza el proceso de cirrosis; cuánto sufrimiento espera al que ha de enfrentarse al reto de un trasplante, finalmente si la enfermedad sigue su curso, queramos o no queramos, tendremos que enfrentarnos al hecho de la lucha por la vida y a la aceptación en último término del proceso de morir; en todos estos momentos de la enfermedad estamos expuestos a sentir angustia vital, ansiedad, depresión, o estrés emocional; si esta situación es prolongada se producen daños en el organismo debidos principalmente a la elevación de adrenalina y hormonas corticosteroides secretadas por las glándulas adrenales; cuando el organismo está en estado de estrés el sistema inmunológico queda inoperante...

Qué se consigue practicando de forma continuada Qi Gong?

La adrenalina desciende aproximadamente un cuarenta por ciento; el metabolismo de la serotonina es de dos a tres veces superior, produciéndose así un aumento de la sensación y percepción de satisfacción, alegría, serenidad, y mejora en la calidad del sueño; así mismo se ha observado un aumento de los glóbulos blancos, rojos y de la hemoglobina tras una hora de práctica; el ritmo cardíaco se vuelve más lento y potente, produciéndose en el cerebro un aumento de las ondas alfa, ondas que indican un estado de tranquilidad.
Los beneficios para las articulaciones, flexibilidad, y resistencia muscular son indiscutibles.
Por otro lado existen ejercicios específicos para el hígado que ayudan a conservarlo en las mejores condiciones durante el mayor tiempo posible. Más que seguir enumerando sus ventajas me gustaría transmitir, como practicante y sobre todo, como persona contagiada de VHC, que el Qi Gong es un mensaje de esperanza en cualquier etapa de esta enfermedad porque es una práctica que nos lleva a reencontrar la alegría de estar vivos en este universo, tantas veces inexplicable, porque más allá de preguntas que no podemos responder nos envía al aquí y ahora, a vivir el momento presente de una forma plena; un mensaje verídico por cuanto contempla también el momento final al que como seres humanos estamos destinados, como dice Tew Bunnag “Naturalmente todo enfermo quiere ser curado de su dolor y sufrimiento, pero naturalmente necesita ser sanado… Esta sanación en el nivel más profundo es algo espiritual, se podría describir como un profundo estado de paz que tiene el poder de trascender el sufrimiento. El alcanzarlo requiere el cuidado amoroso tanto de la psique como del cuerpo”.

Ahora volvamos a aquél jardín, vemos personas realizando movimientos llenos de armonía, fluidos, ejecutados con preciosismo, en actitud reverente, alegría serena en la mirada, en comunión con la naturaleza, otros en quietud estricta, tanto que podríamos tomarlos por un árbol más…ahora sabemos que están practicando Qi Gong, meditación en movimiento, meditación para la salud, una oración a la vida.


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